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Ana María Matute

Título: Ana María Matute

Fecha de publicación: 25/06/2014, por Lauris

Resumen: La escritora, sillón K de la RAE, ganadora del Premio Cervantes y del Príncipe de Asturias, ha fallecido.

Descripción: 

Acaba de morir una mujer que ha sabido reflejar la sensación de terrible sorpresa, de no poder creer lo que se ve de los niños que, como ella, se encontraron de golpe con la guerra a la puerta de sus casas. Ha muerto Ana María Matute, una escritora fundamental en la literatura española de la posguerra que acababa de anunciar, apenas hace unos meses, que había terminado una última novela, que por fuerza se publicará póstumamente.

La Matute, porque como los grandes personajes (La Callas, la Caballé…) tiene el derecho al artículo, nació en una familia de clase media en Barcelona, el 26 de julio de 1925. Su padre, catalán, era propietario de una fábrica de paraguas, y su madre, riojana, ama de casa ocupada con su hogar y la crianza de sus cinco hijos.

A los cuatro años, Ana María enfermó gravemente y se fue a vivir con sus abuelos maternos al pueblecito riojano de Mansilla de la Sierra, cuya gente y paisaje le influyó de una manera bastante intensa, tanto que ese recuerdo es el corazón de sus Historias de Artámila (1961).

Cuando Ana Mª estaba a punto de cumplir sus once años estalló la Guerra Civil. Toda esa enorme carga de violencia, sinsentidos, brutalidad, angustia le dejaron una huella que no se borraría a lo largo de su vida, ella definía a su generación como la de “los niños asombrados” que tenían que hacer frente a un mundo brutal que no comprendían: la guerra y la posguerra.

En su creatividad imparable, Ana Mª escribió su primera novela, Pequeño teatro cuando tenía 17 años, pero que se publicó once años después. La novela que le hizo un lugar en el ámbito literario fue Los Abel (1948), inspirada en las generaciones que siguieron a Adán y Eva. Un año después, con Luciérnagas, fue semifinalista del prestigioso Premio Nadal, pero su novela sufrió la terrible censura y no se publicó hasta 1993.

Esta es una de las cosas de la Matute, como ella misma decía hablando de sí misma en tercera persona: algunas de sus obras permanecieron, voluntariamente o por azares del destino, “dormidas” durante un tiempo antes de llegar al público.

Un ejemplo de esta “hibernación” literaria la encontramos en una de las novelas que más fama le ha dado: Olvidado rey Gudú, que permaneció en un cajón de la escritora durante casi 25 años antes de su publicación en 1996.

Ana María Matute ha recibido abundantes galardones, desde el Premio Planeta con Pequeño teatro en 1954, al premio Miguel de Cervantes de 2010, pasando por el Premio Nacional de Narrativa en el 59, año en el que también ganó el Nadal con su novela Primera memoria; el Premio Lazarillo de literatura infantil en 1965 con El polizón de Ulises; el premio Ojo Crítico Especial, de RNE, por Olvidado rey Gudú en el 97; y el Premio Nacional de las Letras Españolas de 2007…

Y faltan muchos.

La Matute era miembro de honor de la Hispanic Society of America, ocupó el sillón K (ka mayúscula) en la Real Academia de la Lengua, siendo la tercera mujer en ser parte de la institución.

Acaba de apagarse una lucecita tímida y depresiva que, a pesar de todo, alumbraba con una elegancia única desde sus novelas, sus relatos o sus cuentos infantiles, un mundo en el que ella, a sus 88 años, todavía se sentía como una “niña asombrada”.