Fenómenos característicos de la evolución del latín al castellano.
Sistema vocálico tónico:
El latín clásico tenía un sistema vocálico de diez vocales (A, E, I, O, U, largas y breves). Se produjo un cambio con el latín vulgar de acento: el acento de cantidad clásico cambió a un acento de intensidad (vocales tónicas y átonas). Así aparecieron las diptongaciones castellanas: ie, ue (FERRUM > hierro, OVUM > huevo), y el sistema se simplificó, convirtiéndose en el actual de cinco vocales debido a que el acento dejó de depender de la cantidad de la vocal y pasó a depender de la cualidad.
Sistema consonántico:
Lenición:
Es otro de los fenómenos que sufre el latín en su evolución al castellano. Consiste en un debilitamiento de las consonantes. Este debilitamiento hace que las consonantes sordas que no son posición inicial de palabra pasen a ser sonoras: -P->-b-, -T->-d-, -K->-g-. Esto produjo la pérdida de muchas consonantes fricativas por la presión de las sonoras en el sistema vocálico.
Actualmente este proceso continúa en la pérdida de la -d- intervocálica: *he comprao por he comprado.
Betacismo:
Consiste en la confusión de los sonidos /b/ y /v/. Fue una confusión muy temprana, que ya se daba en el latín vulgar, aunque no llegó a toda la península hasta la Edad Media. Actualmente no existe en el español una diferencia entre los fonemas /b/ y /v/, pero sí entre alófonos de /b/ dependiendo de su posición en la palabra: inicial o intervocálica, en cuyo caso se fricativiza ligeramente.
Pérdida de la F- inicial latina:
Este fenómeno está relacionado con el betacismo. La falta de oposición entre /f/ y /v/ al unirse esta última con /b/, hizo que, poco a poco, se perdiera la F-. Fue debido a un doble proceso de fricatización y aspiración: /f/ > /h/ > Ø (FARINA > harina).
Además de estos fenómenos el sistema consonántico castellano tiene estos otros:
1. -CT- >-ch- (tš). Octo > ocho
2. SCI >ç
3. LI, C'L,G'L > /X/: oculum > ojo
4. G-, J- > desaparecen en posición inicial.
Todos estos cambios se van produciendo lentamente, desde el siglo III hasta la Reconquista. Aunque éstas son sólo las evoluciones para el castellano, ya que las otras lenguas peninsulares evolucionaron de distinta manera. La llegada de los visigodos a partir del siglo IV, ya romanizados, y la invasión árabe en el año 711 d. C. van a fragmentar las provincias romanas en distintos reinos. En los siglos posteriores la hegemonía pasará del reino de León al reino de Castilla. De esta manera el castellano se impondrá políticamente como lengua del imperio de CarlosV.