El verbo es la palabra que indica acción, proceso o estado. En su forma lo indica a través de la recepción de las llamadas desinencias verbales, que no son más que los morfemas de tiempo, modo, número, persona y aspecto. El verbo posee en exclusividad los de tiempo, aspecto y modo.
El tiempo nos explica cuando se realiza la acción. Una acción que ocurre ahora, una acción que ha ocurrido o una acción que ocurrirá. Es decir, presente, pasado o futuro.
Juan come.
Juan ha comido, comía, comió...
Juan comerá, habrá comido.
Pero la información estaría incompleta sin el aspecto. El aspecto nos dice si la acción está terminada o no ha terminado, si el aspecto es perfecto o imperfecto respectivamente. Frente a Juan comía fruta, es aspecto imperfecto, en la cual vemos la acción en proceso, en desarrollo, no nos señala el momento en que la acción termina; tenemos Juan comió fruta. Esta nos señala que Juan ha completado la acción de comer fruta. Es aspecto perfecto.
Con respecto al modo tenemos tres en el español: indicativo, subjuntivo e imperativo. El indicativo es el modo de la realidad, el subjuntivo es el modo de las ideas, los deseos el interior de la psique; y el imperativo es el modo de las órdenes, a través de él podemos influir y cambiar la realidad.
Si los pusiéramos en un orden tendríamos:
Se puede ver una clasificación de los tiempos verbales en nuestro apartado de estilística de las formas verbales.